Recorriendo hunts y explorando Second Life. Parte 3: Exploración urbana con una linterna.

Visitando A Thousand Windows,Paradise Salvaged, The Junkyard, y Rosewood Hills - The Asylum Hunt.


Village of Dunwich

Estoy revisando Facebook, Flickr y diversos otros lugares, incluyendo mi inventario, por landmarks a lugares embrujados y siniestros de Second Life para engrosar mi lista loca.

Estas fotos que pongo debajo forman parte de mi GRAN LISTA DE HUNTS EXPLORACIONES Y LUGARES EMBRUJADOS para esta temporada (o permanentes).  La voy actualizando seguido así que no te pierdas de echarle un vistazo y aprovechar todas las actividades locas que nos deparará Second Life.  Particularmente los hunts y eventos ya que durarán por un tiempo determinado.

Por favor, busquen las landmarks en el link que acabo de dar, ya que me cuesta mucho tiempo y trabajo la investigación, cada posteo, el recorrido, compartir en diferentes lugares, hacer un videillo de algunos sitios selectos.

Estas entradas en mi blog forman parte de mi intención de dejar testimonio para siempre (o lo que permitan los servidores de Blogger) de mis andanzas en este universo paralelo y virtual llamado Second Life, y las creaciones de sus residentes y tranformarlo en lo que podría llamarse una narración visual, una serie de foto relatos.  Siendo que es virtual y que Linden Lab no suele dejar gratuitos los sims donde la gente construye lugares impresionantes, éstos con el tiempo suelen desaparecer.  Así que para evitar tener una pérdida total, aquí dejo videos y fotos de mis recorridos.  

¿Qué tengo en cuenta para mi elección de los lugares? Primero, que estén dentro de la temática: sitios abandonados, yermos, parques de atracciones (carnivals), zombies, apocalíptico (o post), terror, siniestros, malditos, encantados.  También hunts y eventos.  Estos últimos serán de temporada, mientras que los primeros serán permanentes, o mientras los dueños decidan quedarse en la grid.

¿Qué tengo en cuenta en la elección de cada foto? el verdadero y auténtico Second Life.  No paso mis fotos por ningún programa de edición.  Mi único interés es mantener la realidad.  Si está muy oscuro o muy claro o lo que sea se puede arreglar con windlight.  Todo el resto es mentir al que ve la foto.  No quiero mostrar mis dotes (casi imperceptibles) de photoshop a la gente que mira: me interesa mostrar SL como es exactamente.  Sin mentiras.  Para eso estamos aquí.

Plagados de misterios en cada rincón, estos destinos fotogénicos y siniestros valen la pena ser visitados.

Para vos que querés ir a visitarlos ahora, o vos que ves esta entrada en mi blog luego de años de haberla subido a la web y puedas ver lo que ya no existe entre nosotros.

 

A Thousand Windows

Puede verse esta serie de fotorelato escuchando este video de Cryo Chamber en vivo.
Apenas llegué me recibió un callejón lleno de basura y una puerta de hierro que se abría mientras que otros llegaban como yo a esa ciudad que recién se abría al público como si fuera venida desde otra dimensión, en la cual fue abandonada por no tanto tiempo.
Sus calles se encontraban solitarias, exceptuando por nosotros, los residentes de este mundo, Second Life, los cuales somos ávidos de exploración urbana.
Y otro rastro por el cual la ciudad no parecía abandonada desde hacía mucho era por las luces.  Tanto los carteles de neón como otros tantos se encontraban encendidos.  

Pero dichos carteles eran en lo que parecían ideogramas chinos.. Tanto los negocios, parados en el tiempo, como las entradas de las casas, detrás de sus rejas, totalmente desiertas, abandonadas, sin un rastro de humanidad, sin la energía de sus habitantes, como si algo mágico se los hubiera llevado totalmente... todo lo que me rodeaba, parecía recortado de una parte de mi mundo, del mundo que conocemos todos.
¿Escucharon alguna vez hablar sobre universos paralelos?  En alguna parte, estás vos, y estás siguiendo otro camino, diferente al que estás tomando ahora.  En ese mundo quizás estás muerto, inclusive.  No se sabe.  Es una posibilidad. 
Pensé que esa posibilidad estaba aquí, pero no había nadie.  Quizás en este mundo, acaeció un apocalipsis, en donde todo ser vivo dejó de existir de un plumazo.
Bueno, hasta que ví unos gatitos dar vueltas... Estaban comiendo un pescado que se encontraba en el piso.  Tan fresco estaba, que me daba la pauta que el evento sucedió hace poco.  
¿Acaso esos gatos habían llegado con otros residentes apenas se abrió el portal para esta dimensión?
¿Estaba en otra dimensión?, ¿o este mundo paralelo chocó con el nuestro?.  No podría saberlo.  Tampoco preguntarle a alguien más.  Las siluetas de los residentes se podían ver de tanto en tanto en la lejanía, pero parecían inalcanzables.  De vez en cuando pasaban junto a mí, y en medio de mis elucubraciónes y sobresaltos en medio de la oscuridad, los dejaba pasar, mientras bajaba mi linterna y procuraba que mi corazón se tranquilizara.
Cables que recorrían el cielo borrascoso, carteles de neón, luces y puertas que no se abrían.  No podían más que decirme que era una ciudad populosa.
Edificios y pasos a nivel.  Bicicletas.  Una invitación a una ciudad de asia de otro mundo, nuestro mundo.
Miré hacia el cielo y un avión estaba en el cielo... pero estaba suspendido.  Lo imposible.  El tiempo aquí no pasaba.  Una presencia ominosa asaltó mi ser.
Seguí investigando, pero sin resultados.  Cuanto más me adentraba, más pensaba que podría quedar atrapada. 
Todos los que estabamos allí, ¿podríamos quedar atrapados?  Sin respuestas, lo consideré una posibilidad.  Pero el letargo que rodeaba sus calles y luces impedía que vuelva sobre mis pasos.  Quería explorar cada rincón.  Cada mirada hacía una misteriosa llamada en mí, como si fuera un sueño...
...ese sueño suspendido en el tiempo, en un lugar sin gentes ni viento, habitado por elementos del pasado, que se encontraban en lo profundo de mi inconsciente... 
...sin posibilidad de armar una historia completa, pero con la certeza de lo vivido, me aferraba a un punto y otro, sin moverme, yéndome hacia el pasado.  Casi viendo a otras gentes, que ya no están, pero que aquí sí, en alguna parte.
Sentada en una mesa, un juego de ajedrez esperaba, paciente, otro jugador. 
Los ojos suspendidos en un punto, recordar, sentir.  Allí estaba.  Hasta que se me llenó el alma.  Y pude seguir caminando.
 
 

Paradise Salvaged, The Junkyard

Este es uno de los landmarks que tenía en mi inventario desde hacía unos cuantos años.  Se encontraba, junto con la siguiente, en el último lugar.  No recuerdo si tengo el landmark desde el 2013.
Ciertamente es como lo recordaba, y más.   Recuerdo que hace casi 20 años el sitio era muy grande, lo que sería un sitio post apocalíptico, parado en el medio del desierto.  Casas de chapa, de madera, árboles muertos, yuyos crecidos, pintadas en aerosol...
 Este lugar a diferencia del anterior se encontraba habitado de personas.  Tenía sus propios residentes.  Y juntos formaban diferentes actividades (toda la info se encuentra en el cartel que se ve en la segunda foto), aunque mucho de su territorio se encontraba desierto.  

La luz de la linterna llegaba hasta cierto punto.

Interesante actividad... Quise encontrar el lugar pero no pude.  "La grid está rota"  En ese sitio desértico, yermo, claramente.  Hay que entretenerse haciendo otras actividades.
Como dije anteriormente, el sitio está lleno de locaciones, negocios, depósitos...
Y un lugar lleva a un sitio subterráneo.. el cual me recordó al videojuego "Fallout" (bueno, todo el sim)  Se entiende que en un lugar post apocalíptico existan lugares de resistencia y cobijo ante posibles amenazas de bombas.
Al llegar mis piernas estaban demasiado cansadas.  Parecía un sitio de encuentros.  Parecía que allí se juntaban los habitantes del lugar.. pero no había nadie.  Así que decidí acostarme en el suelo, sobre la alfombra.
Era de esperar, el mobiliario estaba hecho con un poco de acá y un poco de allá.  Todo aquello que pueda servir.  Recuerdos de un mundo del pasado.  Lo familiar: las sillas de jardín de plástico, bañadas de una capa de quién sabe qué cosa.
Seguí explorando.  Parecía un antiguo estacionamiento, pero me pareció raro que las paredes sean pintadas en un cuadriculado rojo y blanco.  Al final del largo y sinuoso pasillo se encontraba lo que parecía una pileta de natación vacía, con unas máquinas y cabras.  Cabras vivas.  Siempre quise una, pero las dejé.  Espero que sirvan para un porpósito noble que no sea el de alimento por su carne.
Les digo que el lugar es enorme y que a la vuelta de la esquina se pueden encontrar muchas cosas.  Del otro lado, pasando una puerta de un estacionamiento, se encuentra una vieja cafetería.  Las máquinas expendedoras parecían funcionar, pero yo no tenía ni monedas ni billetes.
El baño de la misma parecía bastante claro, o no, si ni era un chiste, estaba indicando quiénes son los verdaderos habitantes de este lugar... no lo sé.
Más allá, con olor a humedad un un ambiente pesado, se enontraba lo que parecía una sala de máquinas.  No sé qué harían funcionar las mismas.  Había silencio.  Las paredes descascaradas llevaban a otro lugar, así que seguí por la rampa.  El sitio parecía no terminar.
En otro lugar subterráneo se encontraba un robot, que parecía un robot de bienvenida.  Quizás él era el que tiraba el cartel de bienvenida al llegar a este sitio, informando de todos los detalles.
Salí a la superficie y en esa zona el ambiente parecía estar cargado de un polvo fino, amarillento, verdoso.. quizás, claramente, era por su situación post apocalíptica.  Quizás era residuo tóxico.. Aunque no recuerdo, ahora que lo pienso, ver ningún líquido verde, o símbolo de riesgo biológico.
El sitio es masivo. 
Es allí cuando ví el primer símbolo.. Las arenas desérticas plagaban el lugar.  Quién sabe lo que ocultarán debajo de ellas.  Quién sabe si me encontraré con una tormenta de arena que me cubra a mí también.
Seguí caminando, yendo en dirección, según mi mapa, hacia donde se encontraban muchas personas, quienes aparecieron en mi radar hacía poco tiempo.  Quizás era gracias al inicio de una actividad.  Así que al aproximarme, me encontré con un lugar en donde se estaban practicando unas actividades, bastante especiales.
Al cambiar el windlight, cosa que estuve haciendo de tanto en tanto, se puede apreciar el suelo desértico, seco y resquebrajado.  La gente agolpada alrededor de un mini estadio, el cual se encuentra rodeado de una cerca de alambres, en cuya superficie se coronaba con alambre de púa, que claramente servía para que los que se encontraban dentro no pudieran salir.
Y aquí se ve con más claridad las actividades que de desarrollaban.  Dos personas debían caminar por sobre la cuadrícula, sin ser arrollados por las sierras que emergían del piso de manera intempestiva.  Los dos jugadores parecían que luchaban entre ellos.  No sabía cuál era el objetivo del juego, pero sospechaba que era que uno de los dos salga vivo por la puerta.  De lo que sí estaba segura era que quien entraba allí lo hacía de motus propio. 
Seguí mi camino y pasando casas desiertas y negocios abandonados, me encontré con un gran cartel, el cual era testigo del paso de tantos años.  Suena a un lema de quienes quieren por medio de eufemismos decir lo que en realidad no hacen.  Y quizás por esa razón sea el último resto testigo de quienes causaron que esta tierra que hoy caminé sea un páramo desértico.

A lo lejos veís una antigua TV encendida, y reconocí la foto de mi perfil...
Me acerqué y lo confirmé.  a la luz de sucias nuves en la altura, y a pesar del fino polvillo que flotaba en el ambiente, pude reconocerme.  Tantos años de esa foto, y jamás pensé en cambiarla.
Ya pronta a irme hacia mi último destino, me aproximé a lo que quizás era un negocio en la antiguedad.  Un cartel que exhaltaba el comunismo de manera ambigua se encontraba sobre la pared de chapa corroída, cuya pintura descascarada apenas se mantenía sujeta.
Los demás edificios que me rodeaban eran testigos inmóviles de mis aventuras.  No pasaba nada.  No pasaba nadie.



Rosewood Hills - The Asylum Hunt

Este es un evento que estoy esperando desde hace ya unas semanas.  Fui el mismo día pero ya era demasiado tarde y necesitaba mi sueño reparador.

Nos encontramos en un lugar siniestro, donde se alza sobre una colina rodeado de árboles y jardines mórbidos y oscuros, un asilo, o loquero abandonado... o así pareciera.

Este es en realidad el primer lugar al que me había dirigido, aunque aquí aparece anteúltimo. 
La linterna que utilizo la recogí aquí.  Es que este sitio es tan pero tan oscuro que es imposible recorrerlo sin una.
Las paredes frías, los azulejos sucios, los pisos con desechos indescifrables.  No puedo decir que me acompañaba el silencio, porque a pesar de que estaba sola, aparentemente, ruidos y voces de todas clases, me seguían al rededor, sin sitio específico aparente.
Con mi linterna pude ver cosas que prefería no haber querido ver, y que hasta el día de hoy recuerdo.
Otro lugar que pareciera que se detiene en el tiempo.  tres sillas se apostan frente a una TV muy antigua.  
La misma encedida mostrando interferencia, se mantiene a pesar de los años, y de que no hay nadie mirando su señal, excepto yo misma.
En ese momento decidí irme.  Pero juré volver.


Village of Dunwich

Encaramada al borde de un precipicio rocoso y próximo a un pueblo de escasas viviendas, la casona de Yellow Yester se levanta recortando del cielo amarillento y cansino, así ocmo lo recordaba tantos años atrás.
Es un local que existe desde hace ya bastante tiempo en la grid, y que encontré al fondo de mis landmarks.  Es increíble, pero sigue allí, en el mismo lugar.  Aquellos que están hace un tiempo aquí podrán entender mi sorpresa.  La mayoría de las ocaciones los sitios o desaparecen, o cambian de lugar en el mapa.  Y otras tantas cambian físicamente.  Yellow Yester no.
Es una tienda de venta de elementos siniestros y macabros, detenida en el tiempo.  aunque el paisaje que la rodea haya cambiado un tanto.  No recuerdo que exista frente a ésta una villa llamada Dunwich.
Quizás esté apartada de los acontecimientos halloweenescos que se están sucediendo en este momento y que tanto me tienen ocupada, pero yo lo recuerdo muy bien.
Cuando se arriba al lugar, podemos ver un pequeño cementerio junto a la mansión de Yellow Yester.
Rodeada por algunos árboles añejos, paredes de roca y caminos con marcas de vehículos, esta tienda se erige a pesar de los años, con sus objetos detenidos por el tiempo, lo cual es reconfortante para mí ya que me recuerda de mis viejas andanzas por la grid.   Y para el nuevo residente, una manera de conocer las cosas del pasado.
Las vistas son impresionantes... mucho por recorrer...  
Una glorieta se destaca entre las construcciones cercanas.  Se accede a ella bajando de costado, y caminando por un pasadizo de piedra.  De un costado tenemos un precipicio, del tro, la pared de piedra.
Al llegar, comprobé que el espacio es más grande de lo que me imaginaba.  Un par de sillas de madera cuelgan de su estructura.  Me senté como pude en una de ellas, y sin amacarme, intenté ver más allá de la ondonada que me separaba Yellow Yester y el cementerio de lo que es la Villa, pero no se puede ver mucho.  Así que me decidí buscar el camino para llegar.
En eso, y gracias a mi linterna, encuentro un túnel, o más biem, un caño bastante grande, el cual me permite caminar por dentro de él sin necesidad de agacharme.
Su entrada está bastante cubierta por la vegetación crecida.  Pareciera que está escondido...  Ciertos recuerdos saltaron en mi mente al entrar. 
Cercano a la entrada se encuentra un sector que divide un tramo de la cañería con el otro.  Recuerdo que la misma Miss Munro muchos años antes había recorrido estos parajes.  No es algo que suceda a menudo.  Me dio mucha felicidad, a pesar de lo que me encontraría del otro lado, lo cual no recordaba.
Parecía la guarida de un carnicero, que en su tiempo libre se encargaba de ser asesino serial.  Debo confesar que todo me vino a mi mente, pero, parte de este zótano tan bien escondido se encuentra, lamentablemente, desaparecido.
Este asesino serial disfruta conociendo cada parte de la anatomía humana, y no tiene buen gusto para la decoración, ni le interesa cambiar de lugar los muebles, aún inclusive luego de tanto tiempo.
En uno de los rincones de este lugar secreto me encontré una mesa con varios libros siniestros.  Uno de ellos, el Necronomicón.
Salí corriendo despavorida.  No quedaba otra.  Era hora de emprender mi camino hacia Villa Dunwich.
Al otro extremo de esa pasarela de piedra se encontraba un pasaje que unía un extremo del abismo con el otro.  Al pasar, me encontré con un camino, y al seguirlo, pude entrar en la Villa.
Siniestra y desolada, su parte pequeña pero principal, con calles de adoquines de pesada piedra se componía de una iglesia y otras construcciones.
Algunas estatuas y un bosque rodea el sitio principal de este pueblo.
Si bien está bastante claro, la linterna me daba seguridad que nada podría sorprenderme.
El cielo parecía que iba a caerse a pedazos, un una lluvia pesada de grandes gotas, pero no pasó nada.
Dentro de la iglesia comprobé que no había ningún tipo de alegoría, ninguna inscripción.  No sé qué tipo de iglesia sea, o quizás, mejor dicho, templo.
Desde una de las ventanas de dicho templo pude ver en a lo lejos una fogata.  Al aproximarme, ví que una estatua de madera labrada sobre un árbol vivo era la entrada a un círculo con una gran fogata en su centro.  Pero no había nadie.
Seguí por uno de los caminos.  Comenzaban a aparecer una serie de casas que estaban rodeadas por el bosque. 
Estas casas de madera, rústicas, testigos de lo que alguna vez fue, y que jamás dirán lo que pasó, se alzan silenciosas entre la naturaleza.
Dentro de una de ellas pude ver que parecía que alguien vivía actualmente.  Un escritorio que se encontraba casi justo frente a la puerta de entrada, unos libros tirados en el piso, biblioteca, y más artefactos que daban la impresión que ese alguien iba a llegar pronto.  Pero aunque estaba allí sentada largo rato, ese alguien no llegó.
Salí al fresco del bosque y me pareció tranquilizador, por un momento, hasta que ví eso.
... y en otras de las casas, un culto a Silent Hill.
Una casa en ruinas, árboles milenarios, un bosque que se cierne entre la oscuridad, plantas misteriosas, una fogata que se alza en la lejanía...
... y dedos de piedra saliendo entre las entrañas de la tierra.. detenidos por el tiempo, entre las azaleas y el rocío de la noche.
Puse la luz de mi linterna dentro de uno de los cuartos de otra de las casas abandonadas.  A esta altura creí pensar que no era tan así.  La decoración parecía bastante actual, demasiado habitada, por lo menos esa casa. 
Así que me retiré así como vino.
 
Espero que me acompañes en mi proxima aventura.  Muchas gracias por seguirme hasta aquí. 

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